El concepto 40 / 40 /20 consiste en que las personas profesionales trabajan un 40% de su tiempo en el proyecto principal que justifica su contratación, un 40% va rotando entre proyectos totalmente distintos al principal, y un 20% lo dedican a un proyecto propio que les interese especialmente, es decir, un “proyecto mascota”. Los proyectos mascota pueden ser llevados adelante, individualmente o en equipo.
Si dispone de un 40% de su tiempo para participar en diversos proyectos, se unirá a los equipos de trabajo o proyectos que le resulten más estimulantes. Asimismo, el poder dedicar un 20% del tiempo a un proyecto mascota significa expandir el horizonte innovador de las personas que tienen más tendencia a ello.
Si 40/40/20 no es posible, también impulsa la innovación el esquema 80/20, es decir, dedicar un 20% del tiempo al “proyecto mascota”.
Quizás si empezásemos a coger la costumbre de dedicar el 20% de nuestro tiempo profesional a “proyectos mascota”, que busquen innovaciones tecnológicas y comerciales, alcanzaríamos el grado de innovación que se nos pide.
Daniel Goleman, en su libro La práctica de la Inteligencia Emocional habla sobre la existencia de un estado mental, al que denomina “flujo” en el cual entramos cuando estamos haciendo una tarea que nos interesa, y que es ese el momento en el que más productividad estamos obteniendo de nuestras capacidades.
El estado mental de flujo se consigue cuando estamos afrontando un proyecto que nos mantiene fascinados, lo cual nos produce una sensación de bienestar que nos hace estar suspendidos fuera del tiempo. Nos perdemos en lo que estamos haciendo.
El 40 / 40 / 20 (o el 80/20) es, sin duda, un importante generador de flujo. Los “proyectos mascota” son, pues, muy rentables para las empresas desde el punto de vista de la eficacia de sus personas con alta cualificación o aquellos que tienen tendencia a conquistar mercados y nuevas fronteras tecnológicas mediante la innovación.
Discussion
Comments are closed.