(Por Rafa Mompo)
Hoy ha sido uno de esos días en los que uno trabaja más por vocación que por su sueldo.
La primera gran satisfacción es ver a mis alumnos de primer curso de ingeniería industrial e ingeniería de telecomunicaciones reflexionando con madurez y, lo que es más grande, empezando a comprender que su papel como ingenieros de alto perfil es asumir grandes retos… y que desde ahora van a hacerlo.
Hoy hemos tenido una de esas clases en las que la mitad ha sido impartida por Javier Sanz-Blasco, desde Londres (bueno, creo que estaba en Londres pero no estoy seguro), y la otra mitad por mi.
Lo hemos hecho, como de costumbre, utilizando un sistema profesional de sala virtual de reuniones, del operador Verizon, y un “conference bridge” para el sonido.
Luego el debate… en el que se han aprendido muchas lecciones, que paso a resumir:
–El chat es esencial. En la primera parte de la presentación de Javier Sanz, el chat (herramienta de la que disponen todas las herramientas de sala virtual de reuniones) estaba desconectado. Y luego, lo hemos conectado. El hecho de disponer del chat le ha dado otro dinamismo a la sesión. Nos permite comentar por lo bajo con los colegas, y así acordar por dónde influir en la marcha de la reunión, o mandar al ponente una lista de comentarios o preguntas.
–La Puntualidad. Javier, como es la costumbre de los ingenieros que se mueven en ambientes internacionales, y habituados a este medio de comunicación virtual, comenzó a hablar con exquisita puntualidad… pero sólo había pocos alumnos en clase. El resto llegó unos diez minutos tarde… que para el “estilo español” no es mucho, pero que en un ambiente de alto perfil profesional internacional, es inaceptable.
-¿Por qué ser puntual? Lo primero, por respeto: la comunicación virtual sobre todo se utiliza en ambientes multiculturales. Si somos puntuales, no nos equivocamos. Pero luego hay otra razón pragmática. En efecto, la reunión virtual permite que las reuniones se ajusten a las apretadas agendas. Por eso tienen que empezar, y también TERMINAR, a la hora establecida.
–La barrera del idioma… que no es tanta. Estas clases son en inglés… y con sonido de calidad telefónica. Los alumnos han comprobado que así no es sencillo entender el inglés… ¡ pero así es como se trabaja internacionalmente! La buena noticia es que el inglés es una lengua vehicular, por lo que todo el mundo lo suele hablar de manera sencilla, aunque no cabe duda que se pierde bastante del mensaje. Para ello las personas deben poner de su parte la mejor voluntad de entendimiento (y eso… es muy bueno como desarrollo del carácter cosmopolita)… pero también hay ¡TRUCOS!
– TRUCO 1: Manda antes documentación… y también después de la reunión (un acta cuanto antes, y otros documentos con explicaciones.
-TRUCO 2: Tras la reunión, provoca la conversación por foros, o simplemente por correo electrónico. Si,si… ya se que eso llena la bandeja de entrada pero… un ingeniero del siglo XXI tiene que habituarse a manejar 300 correos electrónicos al día en su bandeja de entrada.
-TRUCO 3: Pierde el miedo a decir las cosas por escrito. Vale la pena pues mejora la comunicación y la hace más eficaz. Además, los veteranos de generaciones pasadas funcionan todavía con el recelo a decir las cosas por escrito… ¡pero los jóvenes tienen menos vergüenza! (no hay más que ver los Tuenti, Facebook…) y eso es una ventaja competitiva para que los ingenieros de las nuevas generaciones se abran un hueco en los mercados profesionales (pues los veteranos, en general, no acaban de asimilar estos medios de comunicación modernos).
Para terminar su clase, Javier Sanz propuso a los alumnos el Case Study. El objetivo formativo de este caso de negocio, que se resolverá en inglés, en grupos de cinco personas, es el siguiente:
- Un ejercicio creativo en el que poder reflexionar sobre todas las herramientas tecnológicas de comunicación que nos está presentando en sus lecciones
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La oportunidad de ensayar el trabajo en equipo… utilizando medios virtuales (el Campus Virtual)
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Aprender la estructura de un documento de ingeniería. Los alumnos redactarán el documento siguiendo la estructura que ha propuesto Javier, que no es ni mas ni menos que la forma en la que los ingenieros ponemos negro sobre blanco lo que queremos comunicar a nuestros colegas, socios, o clientes.
El trabajo que queda por delante no es sencillo. Los alumnos lo deben tomar como lo que es: un reto formativo de alto nivel. Pero si quieres vestir la camiseta que diga “Ingeniero Teleco”… hay que empezar a sudar esa camiseta hoy mismo. ¡ Tu nómina lo agradecerá en el futuro!
Y, para terminar, muchas gracias por vuestra madurez… Ha sido un placer el debate del final de la sesión: me encanta compartir sala con jóvenes amantes de la ingeniería con los que poder debatir abiertamente sobre temas de marketing y ventas. Os aseguro que hablar del “Management Buy-in Buy-Out” en una clase de primer curso requiere una audiencia con una impronta muy especial.
Los jóvenes son así. Les das un empujoncito… ¡ y vuelan!
¡Buen finde!
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